Transformación y Liderazgo: Mi Camino en BAC

Cuando pienso en mi camino en BAC, lo primero que siento es gratitud. Gratitud por las oportunidades que me han permitido crecer, tanto profesional como personalmente, y por el equipo humano que ha estado a mi lado en cada paso. Llegué al banco con ocho años de experiencia en banca, enfocada en Medios de Pagos y Adquirencia, pero con el deseo de explorar nuevos horizontes. BAC me dio esa oportunidad y confió en mí para adentrarme en un mundo completamente nuevo: la Banca Empresarial.

Comencé como oficial de banca comercial, un rol en el que, sinceramente, no tenía experiencia directa. Sin embargo, desde el principio sentí el respaldo de una organización que cree en sus talentos, una estructura que me ofreció las herramientas para aprender, y un liderazgo cercano que me inspiró a superar mis propios límites. Así, paso a paso, ascendí en diferentes posiciones llegando a ser vicepresidente, liderando equipos que han crecido junto conmigo, con un compromiso compartido de superarnos cada día.

Cuando inicié en BAC, el área de banca de empresas era pequeña, con menos de 40 personas. Hoy somos una organización sólida, innovadora y en constante transformación, un crecimiento que he tenido el privilegio de vivir y contribuir a construir. Este viaje no solo me ha formado como profesional, sino también como persona.

Durante estos años, BAC ha sido testigo de mis mayores logros personales: me casé, me convertí en mamá de dos niños y aprendí a equilibrar mis responsabilidades como líder y como madre. Siempre digo que pocas organizaciones ofrecen un entorno que permita esa integración, y por eso valoro tanto ser parte de un lugar donde las personas importan tanto como los resultados.

Uno de los retos más significativos en mi carrera fue la pandemia, un momento que marcó un antes y un después. Desde el área de medios de pago, nos enfrentamos a la inmensa responsabilidad de garantizar que nuestros clientes pudieran adaptarse a un mundo que, de la noche a la mañana, se volcó a lo digital. Fue un esfuerzo de equipo extraordinario, respaldado por la tecnología y la visión innovadora de BAC. Logramos no solo garantizar la continuidad, sino también posicionarnos como un referente en banca digital.

Hoy tengo el honor de liderar a 94 personas, y para mí, liderar no es solo guiar; es inspirar, acompañar y confiar. Creo profundamente en la importancia de conocer a mi equipo más allá de sus roles profesionales, de entender sus metas y ayudarlos a alcanzarlas. También he aprendido que delegar y confiar son claves para construir equipos fuertes y para poder estar presente al 100%, tanto en mi rol de líder como en mi vida familiar.

BAC ha sido más que un lugar de trabajo para mí; ha sido una escuela de vida. Aquí he aprendido, crecido y enfrentado retos que me han formado como profesional y como persona, que día a día me sigue retando a seguir creciendo y que el aprendizaje debe ser una constante. Estoy orgullosa de ser parte de una institución que no solo impulsa la innovación y la transformación digital, sino que también pone a las personas al centro de todo lo que hace.