Liderazgo empático para la competitividad
A lo largo del tiempo, la manera de llevar grupos colaborativos en las empresas al cumplimiento de objetivos ha evolucionado. Ya no es tan simple asimilar el concepto autómata de despojar a los colaboradores de sus emociones mientras están en tiempo de oficina.
Con esto, nace el gran reto de la gestión del talento humano orientado a un trato más empático, con una administración inteligente de las sensaciones para cumplir el rol competitivo en la industria. Un líder debe fomentar su inteligencia emocional para lograr una vinculación efectiva con su equipo.
Indudablemente los sentimientos y las acciones, de una u otra manera, afectan el desempeño. Mantener en armonía la comprensión sirve para visualizar objetivos en conjunto. Un equipo con lazos tiende a vincularse mejor con las metas grupales.
Entonces, un líder debe educar su capacidad de escucha. Cada palabra que uno de sus colaboradores expresa lleva una emoción, refleja inconscientemente cómo se siente y qué tan compenetrado con los propósitos se siente.
Actualmente es una habilidad directiva muy tomada en cuenta por los seleccionadores de personal. Cada vez más, los puestos de mando de grandes empresas invierten en talleres de comunicación verbal y no verbal; para efectivizar la comprensión de los colaboradores. Recordemos que muchas veces lo que se dice no concuerda con lo que se siente.
La empatía es una gran herramienta para la resolución de conflictos y los momentos de enfrentar con asertividad una crisis. El concepto de gestión humana es ahora mucho más integral, y esa es una gran ventaja para dar espacio al crecimiento y desenvolvimiento de habilidades personales, que enriquecen un equipo de trabajo.
Un líder proactivo sabe, conoce la importancia de construir y fomentar la sana confianza en su área laboral.
Autor: Mariana Sáenz Mora